¿Se puede jugar sin juguetes? Jugando con los sentidos

Los Juguetes: Jugando con los sentidos


¿Se puede jugar sin juguetes?, ¿Cómo podemos desarrollar los sentidos al mismo tiempo que jugamos?, ¿El juguete más caro necesariamente es el mejor para el desarrollo de nuestros hijos?, ¿Un juguete es mejor para la imaginación de los pequeños cuanto más se parezca al objeto real?

Hoy en día todos sabemos lo importante que es el juego, de hecho no es sólo cosa de niños, ya que los humanos seguimos jugando toda la vida (fijaros sino en los deportes, juegos de mesa…)

Como afirma Bruner (1972) el juego proporciona la oportunidad para ensayar combinaciones, explorar materiales o instrumentos sin objetivo aparente, pero descubriendo así muchas oportunidades.

El juego proporciona placer en sí mismo, en los más pequeños, el juego no tiene más objetivo que el puro placer de realizar la actividad.

Los bebés necesitan objetos para explorarlos, tocarlos, sacudirlos, golpearlos, mirarlos, llevarlos a la boca, más tarde lanzarlos. Es su forma de conocer el mundo y los explora a través de sus sentidos de forma táctil, visual, auditiva, gustativa, olfativa. Pero, ¿Nos hemos parado a pensar si realmente ponemos a disposición a los niños objetos que cumplan estos requisitos? ¿Que les permitan explorar a través de todos sus sentidos?

Si nos paramos a analizar la mayoría de juguetes que existen para niños nos daremos cuenta de qué material están fabricados: plástico.

El plástico permite que el juguete sea resistente, barato, de colores bonitos y fáciles de limpiar, pero por otro lado estamos privando a los pequeños de muchas experiencias interesantes.

Si seguimos observando el resto de objetos que manipula un bebé (por lo general) nos encontramos más de lo mismo, ¿de qué material es un biberón? ¿Y un chupete? ¿Y el móvil que cuelga de la cuna o el cambiador? ¿Y la cadena del chupete? ¿El mordedor para los primeros dientes?…

Como ya he comentado más arriba, es muy importante el desarrollo sensorial desde que los niños son pequeños, que exploren a través de diferentes materiales, es más, si seguimos a Piaget, el niño entre los 0 y los 24 meses aproximadamente se encuentra en el estadio Sensorio motor, solamente del nombre ya podemos extraer la importancia que tiene el movimiento y el desarrollo sensorial en esta etapa. Durante este estadio el niño construye la inteligencia, adquiere la permanencia del objeto, la capacidad de representación, desarrolla el lenguaje… Por lo que es una etapa muy importante.

Por lo tanto considero importante proporcionar a los niños objetos de diferentes materiales para que los toquen, chupen, golpeen, sacudan, miren, lancen… Y de esta manera aprendan a través de todos los sentidos. Así el bebé descubrirá que un objeto de metal está más frio que uno de madera (aunque aparentemente sólo lo esté chupando) que uno de tela se llena de babas, que si suelta el de metal hace más ruido contra el suelo que si suelta el de tela.

Elionor Goldchmied ya propuso en 1981 una propuesta de juego denominada “la cesta de los tesoros” y que consistía precisamente en esto, en proporcionar a los bebés a partir de los 6 meses aproximadamente (o cuando puedan mantenerse sentados) un cesto bajito lleno de objetos de diferentes materiales cotidianos (siempre que fueran seguros para el bebé) una flanera de metal, una esponja, un cucharón de cocina de madera, conchas grandes, una naranja… La idea es siempre la misma: proporcionar a los niños diferentes experiencias sensoriales.

niños con juguetes

¿Y con los niños más mayores?

Pues sobre los 2 años aproximadamente (según Piaget) aparece el juego simbólico, que es aquel en el que los objetos representan cosas y el niño juega “como sí” (puede ser un bombero, una mamá, un médico…) Si nos fijamos en la mayoría de los materiales de los juguetes que sirven como apoyo a este tipo de juegos, nos encontraremos con lo mismo: el plástico. Por lo que sería interesante seguir proporcionando materiales más naturales para el desarrollo de los juegos, podemos buscar juguetes de materiales naturales como la madera, podemos proporcionarles objetos de la vida cotidiana para jugar (flores, piedras, conchas, garbanzos… para jugar a las cocinitas ¿Quién no ha jugado de pequeño a hacer comiditas con barro en el parque?) Dejemos que utilicen su imaginación y que un palo sea un caballo, una espada láser o una cuchara para remover la sopa, que hagan carreras de coches con piedras, con chapas… Por otro lado cuanto menos estructurado y definido sea el juguete, más dejará volar su imaginación y más creativo será el juego, de hecho, seguro que alguna vez habéis visto a algún niño más entretenido con la caja y el envoltorio que con el juguete que le acaban de regalar.

En The Roots of Education, Steiner decía: “Hay una gran diferencia entre… los juguetes que fomentan el uso de la imaginación y los juguetes terminados que no dejan espacio para la propia actividad interior del niño”

Ya conocemos la importancia del juego y del desarrollo sensorial en los más pequeños, ¿Qué podemos hacer? Pues poner a su disposición diferentes materiales para que exploren, manipulen, huelan, observen, toquen… ¿te animas?

Laura Estremera

Maestra de audición y lenguaje, Técnico superior en educación infantil.

Actividades para el primer ciclo de educación infantil

https://www.facebook.com/actividadesparaguarderia

Clouder, C; Nicol, J (2008) Juegos creativos para tu hijo. Barcelona. Grijaibo

García Madruga, J.A; Delval, J. (2014) Psicología del desarrollo I. Madrid. Uned

Romero, V; Gómez, M. (2008) EL juego infantil y su metodología. Barcelona. Altamar

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